domingo, 30 de octubre de 2016

¿Porque mataron a Jesús?

¿Por qué mataron a Jesús?, aunque la pregunta parece obvia, debo expresar que no lo mataron por ayudar a los necesitados y hacer caridad. Si leemos capitulo por capitulo el evangelio de San Juan, el primer verso que expresa: “los judíos deseaban matarlo…” aparece en el pasaje del paralitico de Betzatá, cuando Jesús obro un milagro en sábado – día sagrado para los judíos. El autor expresa que los fariseos no querían que hiciera estas cosas en sábado pero es  notoria la incongruencia judía; en Betzatá se reunían enfermos y lisiados porque existía la creencia de que el estanque los sanaba., Los fariseos no prohibían acudir al estanque en sábado pero quieran matar a Jesús por hacer milagros ese día.
Los bautizados no tenemos problemas con las leyes judías del sábado porque no somos judíos. El segundo verso que expresa “los judíos lo buscaban para matarlo” aparece posterior al discurso eucarístico en la multiplicación de los panes, en una retórica que tensa la situación entre Jesús y sus discípulos, y se manifiesta la incredulidad de algunos. En este episodio, después de que algunos lo abandonan, el apóstol San Pedro expresa: “Señor, ¿a quién iremos?. Tus palabras son de vida eterna”.
Considero que hasta la fecha la expresión del evangelio de San Juan donde Jesús afirma; “Les aseguro que si ustedes no comen la carne del hijo del hombre y beben su sangre, no tendrán vida” (cap. 6, v. 53) sigue siendo escandalosa no solo entre católicos fluctuantes, sino también, entre otros credos que se denominan cristianos. Algunos creen que Jesús hablaba “en sentido figurado y que se refería a la palabra como pan de vida”, pero si tomáramos esta hipótesis como válida – aunque es incorrecta – haciendo un paralelo con otros eventos, por ejemplo; “el agua y la salvación”, cuando Jesús habla con la Samaritana asocia el agua con la vida eterna (cap. 4, v. 14), en la plática con Nicodemo asocia el agua con el reino de Dios (cap. 3, v. 5), y ningún grupo, incluso, ni el más sectario, se atreve a creer que el bautismo no es necesario para la salvación, como lo expresa el evangelio de San Marcos: “el que crea y sea bautizado se salvara…” (cap. 16, v. 16)., Sin embargo, no sucede así con el verso eucarístico del evangelio de San Juan: “Les aseguro que si ustedes no comen la carne del hijo del hombre y beben su sangre, no tendrán vida” (cap. 6, v. 53). Por lo tanto, Jesús no puede estar hablando en sentido figurado cuando se refiere al agua y al pan en relación a la vida eterna, porque el bautismo y la eucaristía son útiles para la salvación., y menos cuando se muestra que el discurso eucarístico en la multiplicación de los panes despertó la división e intensifico el deseo de matarlo entre los fariseos.  
Para concluir, el motivo de esta reflexión no es tener argumentos para discutir con los incrédulos de la eucaristía – aunque los versos pueden servir – más bien, la reflexión está motivada para que los que creen, no duden y sigan adelante., teniendo en consideración el peso de este antecedente; los judíos deseaban matar a Jesús por dos motivos, por la ley del sábado y por su discurso eucarístico., y sabemos quién es el autor espiritual de todos los crímenes – Satán – solo así, puede comprenderse porque existe tanta oposición, incredulidad y hasta profanación hacia la eucaristía, porque es una gran revelación que Dios da a los hombres y es fuente de gracia.

Miremos a la Iglesia como cuerpo de Cristo que es, consideremos que nadie se opondrá a que la Iglesia ayude al necesitado, sin embargo, un discurso asociado a la eucaristía si genera controversia porque es una invitación a vivir la gracia y dejar el pecado personal, poniendo este don en medio de la mesa al modo de Jesús; “Si cuando es si y no cuando es no”. Así de simple, comer ó no comer.