domingo, 22 de febrero de 2015

La belleza horrenda

Este fin de semana puede ver un pequeño documental italiano titulado; “El Cuerpo De La Mujer” (Il Corpo Delle Donne) que trata sobre la obsesión por la estética femenina en la televisión y el modelo de vida que transmite a la sociedad. Cirugías estéticas para aumentar los senos, lipoesculturas, colágeno y botox, moldean la silueta y el rostro de las mujeres hacia un estándar y un modelo exigente, convirtiendo a muchas en verdaderos monstruos. Sabemos que esto no solo es un asunto de mujeres sino también de varones, lo vemos a diario por la televisión mexicana.
El documental toca puntos interesantes para reflexionar, por ejemplo; ¿Qué clase de amor podrá ofrecer alguien que al mirarse en un espejo no puede amar ni siquiera aspecto natural?, ¿Podrá ser autentico alguien que ha dejado atrás su aspecto natural y lo ha transformado en algo que no es?, ¿Por qué censurar las arrugas, porque querer ocultar el paso del tiempo?. El director de cine Pier Paolo Pasolini (1922-75) había entendido que la televisión estaba a punto de destruir la poética potencialmente expresada en el rostro humano, Pasolini tenía un sentido agudo de la realidad del rostro humano, como un lugar donde se encuentran las energías vitales que explotan en la expresión, es decir, en algo que es asimétrico, individual, imperfecto, compuesto, en suma el contrario a lo típico, los años plasman en el rostro las cosas que hemos vivido, alegrías, temores, victorias y derrotas.
Nuestro país ocupa el 3er lugar internacional en cirugías estéticas alcanzado en 2013 casi un millón de operaciones al año. El cirujano Raúl Alfonso Vallarta Rodríguez presidente de la Asociación Mexicana de Cirugía Plástica, Estética y Reconstructiva afirma que “la alza de cirugías se debe a que los mexicanos desean lucir más jóvenes y que hay ciertas modas que nos marca la mercadotecnia, estereotipos que los pacientes desean alcanzar”. Graciella Zierón Montiel especialista en trastornos de distorsión corporal y en psicología cognitiva y conductual, sostiene que la afición de algunas personas a este tipo de procedimientos responde a “no querer adaptarse a una realidad de edad y un deseo de seguir prolongando esa juventud”.
Estas conductas sociales afectan también a menores de edad. Una de las causas de la anorexia infantil es imitar la conducta de los mayores. La problemática que se asocia a los adolescentes es la bulimia y la anorexia, pero estos grupos también recurren a las cirugías estéticas, siendo el 3% del total que se efectúa en el año, con el consentimiento de sus padres.
Todos deseamos lucir lo mejor posible, eso es natural, pero convertirnos en algo que no somos, mutilar nuestro cuerpo para hacerlo lucir de otra forma es renegar de la herencia genética que recibimos de nuestros padres. La obsesión por la belleza y la juventud es algo nocivo, es una patología. La juventud no durara para siempre, es inmaduro querer postergar la vejez aferrándose de forma necia y artificial a la juventud. El mundo le teme a la vejez porque inconscientemente sabe es la antesala para presentarse ante nuestro creador, la juventud se va y no regresa mas, el interior humano debe ser edificado, no debe descuidarse.     

Cito un fragmento del Eclesiástico; “Si no has ahorrado en la juventud, ¿cómo vas a encontrar algo en tu vejez?, ¡Qué bello adorno para las canas es saber juzgar y para los ancianos, ser hombres de consejo!, ¡Qué hermosa es la sabiduría de los ancianos, la reflexión y el consejo en la gente respetable!, Corona de los ancianos es una rica experiencia, y su orgullo, el temor del Señor” (Cap. 25: 3-6).