miércoles, 26 de septiembre de 2012

Las tres mujeres


En el lenguaje de las Sagradas Escrituras “la mujer” es símbolo de “pueblo”. Desde el protoevangelio en génesis 3:15 “la enemistad entre la serpiente y la mujer” se refiere a lucha entre el pueblo de la Alianza contra el mal. En el libro de Oseas se hace alusión al pueblo israelita como “una mujer” que debe ser fiel a Dios porque cayó en adulterio. La idolatría es considerada un adulterio hacia Dios porque lo sustituye por algo. La mayoría de los católicos asociamos apocalipsis 12 “la mujer vestida de sol con doce estrellas” con la Virgen María, pero, también es correcto decir que en ese capítulo la mujer representa a ese pueblo que dará luz al Mesías, “la mujer de las doce estrellas” es símbolo del pueblo de las doce tribus hebreas y del pueblo de los doce apóstoles de Cristo, siendo María la escogida. San Pablo y el capítulo final de Apocalipsis hacen alusión a la Iglesia como la esposa de Jesucristo, la Iglesia como pueblo sin nación, unida bajo los sacramentos es mostrada en las escrituras como una mujer.

Bajo este antecedente me parece interesante observar el verso de San Marcos 16:1 donde se hace mención a las tres mujeres: “María Magdalena, María la madre de Jacobo y Salome” que compraron especies aromáticas para ungir el cuerpo de Jesús llevándose la sorpresa que Cristo había resucitado de entre los muertos. Bajo una interpretación personal, encuentro una semejanza entre estas tres mujeres y los tres pueblos que esperan a Jesucristo, estos son; Judaísmo, Cristianismo e Islam. Por un lado, el Judaísmo negó a Jesús y lo sustituyo haciéndose idolatra como una mujer adultera; “¡Crucifícalo!” gritaban los Judíos a Pilato y “no tenemos más rey que Cesar”, los Judíos esperan un Mesías que ya vino y vendrá. El Islam espera el retorno de Jesús y los justos aunque lo llamen “profeta”. La Iglesia lo espera y lo proclama como “Rey, Profeta y Sacerdote”, segunda persona de la trinidad, la encarnación del Verbo de Dios. Es curioso esta similitud entre las tres mujeres y las tres religiones, considerando que María Magdalena fue adultera y fue la primera en encontrarse con Jesús resucitado y ¡si, el Judaísmo cometió adultero al asesinarlo y fue el primero en verlo resucitado tal cual!. 

El común denominador entre las tres mujeres y las tres religiones es “el Dios de Abraham” y en eso tenemos parentesco, pidamos a Dios por la tolerancia, pues, ni Mahoma se atrevió a condenar a los justos de otros credos, como lo escribió en la Sura 2: 62. “Los creyentes, los judíos, los cristianos, los sabios, quienes creen en Dios y en el último Día y obran bien, ésos tienen su recompensa junto a su Señor. No tienen que temer y no estarán tristes”. Por el lado Judío, el rabino Andre Cheoraqui bajo su interpretación espero que la Jerusalén actual se convirtiera en esa “nueva ciudad” promotora de la paz y la piedad, pues en ella convergen y nacen las tres religiones más importantes. Por nuestra parte basta añadir que siendo Jesús el Mesías: “todo lo que hagamos al prójimo se lo hacemos a Cristo”.   



Espero que Musulmanes, Judíos, Católicos, incluso protestantes concordemos que en la práctica de la piedad no hay error teológico. Como católicos vivamos la fe y estudiémosla sin fanatismos esperando dignamente el retorno de ese misterio que es Jesucristo, evangelizando al mundo con nuestros actos. ¡Paz a vosotros!.