domingo, 19 de noviembre de 2017

Jesús y los fariseos

Estando delante del sagrario, tomando una de las lecturas que encontré ahí, leí la frase dicha por la Virgen María en las bodas de Canaán “hagan todo lo que Él os diga…” (S. Juan 2:5), no puede evitar hacer la asociación con el verso del evangelista donde Jesús se refiere a los fariseos de esta forma; “De modo que haced y observad todo lo que os digan; pero no hagáis conforme a sus obras, porque ellos dicen y no hacen” (S. Mateo 23:3). Es curioso que alabemos a la Virgen por este pequeño versículo y estemos tan acostumbrados a leerlo, sin cotejarlo con lo que Jesús dijo de los fariseos. La Virgen dijo “hagan lo que él les diga…”, y él dijo a los judíos “hagan lo que ellos digan…”.
¿Qué relación tuvo Jesús con los fariseos?, por los relatos bíblicos sabemos que ellos intentaban encontrar errores en Jesús para poder llevarlo a juicio, pero al no encontrar error alguno, recurrieron a los falsos testimonios y de esta forma terminaron crucificándolo. En el verso de San Mateo, Jesús reconoce que la enseñanza inculcada por los fariseos a los judíos son correctas para la primer alianza. Entonces, ¿si fueron enseñanzas correctas, Jesús las cumplió?, claro –sostengo que Jesús fue el judío perfecto- y los fariseos al no encontrar error en él, recurrieron a la mentira para asesinarlo. Incluso, Jesús al predicar en tierras judías, afirmo; “si vuestra justicia no es mayor que la de los escribas y fariseos, no entrareis en el Reino de los Cielos” (S. Mateo 5:20). Por lo tanto, Jesús no solo ratifica que la enseñanza de los fariseos es correcta, pide ser muchísimo más justo que los fariseos. Es interesante que Jesús en este verso no mencionó a los Saduceos, que eran judíos de otra corriente; ellos creían que los mandamientos eran algo para llevar una vida con orden y bendición del creador, no creían en la vida después de la muerte, ni el juicio, ni la resurrección, ni en el infierno, ni el cielo ó el purgatorio., los fariseos si tenían estas creencias.
Es obvio que Jesús en su resurrección cumple la fe esperada por la corriente de los fariseos, manifestando que la creencia de los Saduceos es errónea; los muertos si resucitan. Pero no solamente eso, el mayor número de cartas del Nuevo Testamento tienen como autor a un ex fariseo, San Pablo. ¿Sera esto casualidad?, no lo creo. Hasta creo que San Pablo mantiene las creencias que antes tenía; juicio, resurrección, infierno, cielo, vida eterna, etc. y solo se desprende de las leyes rabínicas porque en la Nueva Alianza ya no son de utilidad, la profecía se cumplió, el Mesías llego, nos compartió su Espíritu y su gracia, y por ello esperamos resucitar también.
Para concluir, a pesar de que los fariseos tuvieron enemistad con Jesús, él no tuvo enemistad con ellos, ni con nadie, él supo reconocer lo que es correcto en aquellos que se le oponían. Él tampoco se negó a la jerarquía y estructura religiosa de su tiempo pues se dejo juzgar por ella. Muchas veces nosotros mismos miramos la estructura católica y por el error de los hombres que la integran, queremos acabar con las estructuras religiosas, pero ¿Qué propósito tienen las estructuras religiosas en el proyecto de Jesús?, pues eso mismo, ¿Qué edificio se sostiene sin estructura?, ninguno.    

Miremos esta paciencia de Dios, y como Jesús supo reconocer lo bueno de los fariseos aunque estos desearan su muerte.