domingo, 8 de marzo de 2015

¿Que tienes en tu mano?

Esta semana escuche una reflexión sobre el llamado que Dios hizo a Moisés en medio de la zarza ardiendo (Éxodo cap. 3 y 4). En el contexto, Moisés vivía en un exilio fuera del pueblo Egipcio y su edad era avanzada (Dios no tiene dificultad para llamar a los adultos mayores, darles utilidad y labores trascendentes, aunque la sociedad moderna glorifique la juventud y devalué la vejez).
Dentro de las Sagradas Escrituras existen los paralelismos, esto significa que dos eventos distintos tienen correlación. En el llamado a Moisés en la zarza encontré un paralelismo con la alimentación a los cinco mil descrita en los evangelios. En ambos pasajes los textos hacen énfasis con las manos de los escogidos. En la zarza Dios pregunto; "¿Que tienes en tu mano?" (Éxodo 4:2), Moisés respondió "una vara" y con ella y el deseo de Dios pudo hacer milagros. En los evangelios para alimentar a los cinco mil, Jesús dice a sus discípulos; "aliméntenlos ustedes...", pero ellos respondieron "sólo tenemos cinco panes y dos peces" (San Mateo 14:16,17) y con eso Jesús pudo obrar el milagro de la alimentación. La Iglesia enseña que “la alimentación a los cinco mil” tiene símbolos eucarísticos; un mismo pan que alimenta multitudes. Ambos pasajes bíblicos están asociados a la libertad, en el caso de Moisés la esclavitud de Egipto, en el caso de Jesús, la liberación de la esclavitud del pecado.
La pregunta es, ¿qué tienes en tu mano?, Moisés tenía una vara, este instrumento fue un arma para Moisés pero también es un símbolo, pues no faltara los que hagan amuletos de la vara de Moisés o de los santos para protegerse de un modo supersticioso de las dificultades de la vida. Quizá quien obraba milagros era la mano de Moisés y no la vara, el faraón de Egipto también tenía muchas varas que en sus manos fueron inútiles. Quizá los cinco panes no eran milagrosos, sino las manos de aquellos discípulos que entregaron esos bienes a Cristo creyendo que recibirían un milagro. Entonces, ¿qué es lo que detiene al hombre en las cosas espirituales?, lo detiene su incredulidad, su incapacidad de creer que Dios puede dar libertad usando un pedazo de madera, una vara o saciar el hambre más exigente con sólo cinco panes, ¿qué tienes en tu mano?, Dios puede obrar lo mucho con lo poco. Quizá tienes hambre de fe, pero estimas más grande tu incredulidad a esa pequeña duda por lo eterno que es como la astilla de una vara.
Terminó con una anécdota de la madre Angélica. Ella afirma que el canal de televisión EWTN nació de la siguiente forma; en una ocasión fue invitada a un programa de televisión, al conocer que el estudio era pequeño se dio cuenta que no se requería de mucho para llegar a las masas. Por cuenta propia grabo un programa de media hora, era un desastre de producción, sólo ella y una silla, pero el grupo de hermanas le pidió que lo intentara de nuevo sin perder el ánimo. Con el material acudió a una televisora local, el proyecto gusto y le pidieron que grabara sesenta emisiones, ella acepto sin dudarlo, aunque después pensó: “¡sesenta programas!, ¿Qué clase de compromiso he hecho?”. Hoy EWTN tiene cobertura a lo largo de todo el mundo en inglés, español y otros idiomas, no tiene fines de lucro, viviendo de los aportes de sus usuarios. ¿Quién lo creyera?, ¿Que una monja podría llegar a la masas por la televisión y tener éxito?, siendo que el éxito en la tv se asocia a la belleza, la juventud y el entretenimiento vano.