lunes, 26 de mayo de 2014

Jesús y la religión

¿Para qué sirve la religión?. Hoy en día muchos no encuentran utilidad en la religión, afirman: “no necesito una religión para comunicarme con Dios” y pueden tener algo de razón, sin embargo, pareciera que Dios si necesita la religión para comunicarse con los hombres a lo largo de la historia. Sin importar los credos, cualquiera que afirme: “Dios es amor” ò “es Padre”, no lo dice por una “revelación personal”, sino por la revelación colectiva que recibió el cristianismo. Cualquiera que exprese: “no desearas a la mujer de tu prójimo” u “honraras a tu padre y madre”, no podrá deslindar estas enseñanzas del judaísmo y la relación que Dios estableció con Israel. La religión sirve para guardar la enseñanza y transmitirla intacta de generación en generación.
En todos los credos existen divisiones, posturas distintas y pseudo-creencias. Algunos creen que: “entre más dinero le demos a Dios mas seremos recompensados económicamente”., hay quienes creen en “el tarot de los ángeles”, otros niegan algunos sacramentos, y así la enseñanza se diluye ò se combina con otras, por esto muchos terminaran creyendo en nada ò teniendo una moral ò conducta ética distorsionada.  
¿Cristo fundó una región?, ¿fue Jesús un hombre religioso?. El diccionario señala a “religión” como: “conjunto de dogmas, normas y prácticas relativas a una divinidad”. El apóstol Santiago sobre la religión escribió; “La religión pura y sin mácula delante de Dios el Padre es esta: Visitar a los huérfanos y a las viudas en sus tribulaciones, y guardarse sin mancha del mundo” (Santiago 1:27).
Sin duda, Jesús fue un hombre religioso y su familia también. Citare algunos pasajes que muestran la religiosidad judía de la sagrada familia; “Jesús fue circuncidado al octavo día como manda la ley de Moisés” (San Lucas 2:21). “Todos los años su familia acudía a Jerusalén a celebrar la pascua” como acostumbran los judíos (San Lucas 2:41).
A mi ver, Jesús fue el judío perfecto ò la síntesis de la religión judía. Si leemos su desempeño en el judaísmo podemos citar; Jesús se bautizo en el bautismo de Juan, afirmando que esto era necesario “para cumplir” (San Mateo 3:15), este rito de purificación en el agua es común entre judíos. Jesús al sanar al leproso le dice; “preséntate ante el sacerdote y presenta la ofrenda que ordeno Moisés…” (San Mateo 8:4). Cristo no fue un rebelde de la ley de Moisés como muchos lo creen. También, Jesús en el shabat ò día de reposo (sábado) acude a la sinagoga como se acostumbraba para meditar y leer el Tanaj, ósea, el antiguo testamento (San Lucas 4:16). Sabemos que Cristo enseñaba cada día en el templo (San Lucas 19:47) y que en la fecha ordenada celebro la pascua judía como el resto de los Israelitas (San Lucas 22:15).

Jesús inauguro un nuevo ciclo. No podemos reducir su figura a la de un simplemente “maestro” como si fuese un sabio griego u oriental de la antigüedad. Jesús si estableció una religión estando consciente de ello. Por mencionar algunos dogmas de fe que caracterizan a nuestra religión y fueron establecidos por Jesús. El definió que existe una “nueva alianza” (San Lucas 22:20). También, la matza judía, que es el pan sin levadura usado en la cena de pascua hebrea la llamo “su cuerpo” y lo asocio a su sacrificio (San Lucas 22:19). Jesús dio autoridad a sus discípulos para  “perdonar ò retener los pecados” a los hombres (San Juan 20:23). Estableció y mando un modo de bautismo; “en el nombre del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo” y la evangelización (San Mateo 28:19).

En fin, la religión católica tiene como función guardar la enseñanza de Jesús y sobre todo compartir la gracia mediante los sacramentos que el ordeno. Si alguno de nosotros cree “no necesitar de la religión”, pienso que Dios si la necesita pues a final de cuentas sin resurrección, ni cátedra no hubiese podido gestarse la catolicidad, y esto es la obra del Verbo Encarnado. 

El árbol de la ciencia del bien y del mal

Aunque el relato del génesis no es de corte científico, podemos aprender muchas cosas leyendo los símbolos. En los evangelios se señala que “el árbol se conoce por sus frutos”, “el árbol bueno da frutos buenos, el árbol malo da frutos malos”. Curioso caso el del Edén con el árbol “del bien y del mal”, ósea, en su misma raíz se encubo el bien y el mal.

Sobre el pecado en el huerto del Edén, leí una excelente reflexión; “las Escrituras señalan que todo fue hecho por Dios y dijo que era bueno. Había un solo mandamiento; no comer del árbol del bien y del mal. Estando la creación llena de bondad, Adán comió del árbol del bien y del mal, así permitió que entrara el bien pero también el mal. En el corazón de Adán no había lugar para el mal y su corazón se dividió. El ser que Dios creo, perfecto para la bondad dejo de existir para el proyecto original, porque comió del bien pero también del mal…”. Curiosamente, la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo, es un evento a la inversa; por la maldad entro el bien. Por la maldad de Israel vino la resurrección de Jesucristo y la gracia.

Sobre el símbolo del árbol del bien y del mal. No es de extrañar que los hombres de hoy ò de cualquier otra generación aboguen por el bien ocasionando el mal. Lo vemos comúnmente en los países que se ostenten de “libertadores” y se entrometen en la vida de los países menos desarrollados, imponiéndoles la “libertad” derrocando Gobiernos ò presionándolos con bloqueos comerciales desatando más pobreza.
Lo anuncian nuestros Gobiernos cuando con buenas intenciones establecen leyes ò impuestos para beneficio, pero corrompen las leyes y prostituyen el erario.  
Lo escuchamos de los jóvenes que se creen con el derecho a practicar una sexualidad fuera del matrimonio, como si fuese un entrenamiento deportivo, que los insensibiliza y los convierte en objetos desechables y sustituibles.  
Lo escuchamos en del discurso abortista que sostiene: “despenalizar el aborto es un bien, porque es un avance en los derechos de la mujer para combatir el mal causado por el aborto clandestino”. Pero solo se adereza la maldad con frases de “libertad y derecho”, propiciando una pseudo-libertad que es anarquía, reniega de la responsabilidad del acto sexual y es psicópata porque llama “objeto” a un ser humano en gestación, sin importarle el proceso de la  vida.
Lo escuchamos de quienes abogan por el derecho animal, que en su fanatismo elevan a las bestias como si fuesen humanos, que mas bien es degradar al humano. De quienes prefieren comer vegetales y se abstienen de comer productos animales alegando que se niegan a la tortura animal, pero cierra sus ojos a la esclavitud laborar y trabajo infantil de los campos agrícolas.   
Lo escuchamos en el discurso gay que propone “el derecho de quien adopta”, pero no del adoptado, menospreciando el derecho de todo menor a ser criado bajo la figura paterna y materna. El menor no es una mascota para beneplácito de sus dueños.  
Lo escuchamos de quienes desean divorciarse, alegando que “lo mejor es separarnos”, propiciando rupturas para ir tras una fantasía a la que llaman felicidad, siendo lo peor para la estabilidad emocional de sus hijos.
Lo escuchamos de quienes piden la legalización de las drogas, afirmando que “es lo mejor para combatir el mal de la violencia”, siendo que la legalización permitirá el aumento de la drogadicción y no frenara la violencia dejada por el secuestro, la extorsión, el robo, etc.   
Lo escuchamos de quienes dicen que “es bueno permitir que los sacerdotes se casen para evitar el mal de la pedofilia”, siendo que es una mentira, pues entre personas casadas también se dan casos de pedofilia, hasta el incesto. En fin, los ejemplos abundan.
Para poder discernir y tomar decisiones acertadas en nuestra vida, hay que ser íntegros, hacer oración, meditar en la sabiduría. Saber separar entre el bien y el mal, jamás existirá “árbol de bondad y egoísmo” que nos beneficie, algo así carece de integridad, no es una totalidad recta y pura, sino que posee elementos nocivos e injustos. Alimentarnos de esa clase de raíces es abrirle la puerta a un bien para que también entre un mal.

Maquinando un asesinato

Betsabe fue esposa de Urías, un soldado del ejército de Israel. El rey David deseo a Betsabe pero la ley de Moisés prohibía el adulterio. La única forma en que Betsabe pudiese estar libre de su esposo era enviudando, pero la ley prohibía el asesinato. David ideo la forma de respetar la ley y cumplir su cometido. Ordeno que Urías fuese al frente del batallón, en un sitio de mayor riesgo y así, el ejército enemigo de seguro lo mataría. Urías falleció, Betsabe enviudo y David consiguió lo que quiso sin violar la ley.  
Esta historia del Rey David es narrada en el 2do libro de Samuel. Este caso muestra el ingenio del hombre para lograr su propósito sin violar la ley. Por lo tanto, no basta la ley para contener la maldad de los hombres, es necesario los hombres deseen ser bondadosos y optar por lo justo.
He sacado la tragedia de Uríaz para hablar del aborto. El código civil no considera delito el aborto por causas naturales, espontaneo. Esto es parecido al asesinato imprudencial, donde por un accidente, sin dolo, una persona asesina a otra, su castigo amerita fianza, no cárcel.
El aborto imprudencial está despenalizado, en cambio, el aborto premeditado no lo está. Ahí es donde inicia la discusión legal sobre; reconocer si en el vientre de la mujer hay vida humana ò no la hay. Porque en lo que se defina de tal discusión va en juego las garantías que el Estado otorga a los individuos. Si se define legalmente “no hay vida humana en el vientre”, entonces el Estado al permitir un aborto “no consentiría un asesinato”, pero si se define “si hay vida dentro”, el Estado no podría consentir el asesinato de un inocente, seria legalizar la injusticia.  
Las personas que están a favor del aborto harán como David, buscaran todas las formas, eufemismos y argumentos para cumplir sus deseos dentro del marco legal, pero solo se engañan a ellos mismos, al igual que David.
Los pro abortistas hablan de “el derecho al aborto”, pero catalogar al aborto como un derecho es una cosa espantosa y deshonesta. La palabra “derecho” viene del latín “directus”, ósea, derecho, recto, sin dobles, lo justo.
No podemos llamar al aborto “un derecho”, y la discusión se resuelve fácil con la siguiente pregunta; ¿es justo desmembrar un embrión en desarrollo dentro de un vientre?. No lo es, incluso, si nos refiriéramos a vacas ò perros, sigue siendo injusto.   
No podemos referirnos al aborto como un “derecho”. Porque el aborto nace de la desesperación de la mujer. Por ejemplo, el suicidio nace de una desesperación, no podemos decir que el suicidio es “un derecho”, porque es una tragedia familiar. El consumo del alcohol está despenalizado, tampoco el alcoholismo es un derecho, porque es un daño a la persona y a sus familiares.
El aborto debe ser catalogado como; el indicador que muestra la desesperación de las mujeres por la incapacidad del Estado para mejorar las condiciones de vida de sus habitantes, como sucede con los índices de suicidio, desempleo, alcoholismo, migración y violencia que retratan la descomposición social.
Como David muchos dirán “no lo mate”, y así como con Urías, la mujer embarazada estará en una situación de riesgo y en ambos casos correrá la sangre.  

Sonora, tiempo de creer



Sonora esta en año pre-electoral y ya se vislumbra por los medios, el interés de quienes desean contender. Sin embargo, Sonora se encuentra en un periodo difícil y es necesario que tengamos fe, pero no una fe como el que cree que “mañana va amanecer y se sienta a esperar”, ò como el que “deposita sus ilusiones en un candidato”, sino la fe de aquel que se aferra al credo, a los mandamientos, a una moral y a un proyecto de vida. Afirmo que, no habrá administración pública, ni funcionario que pueda salvar a  Sonora de su decadencia moral, aunque su papel como líder es importantísimo.
A nivel nacional, Sonora tiene los primeros lugares en; violencia intrafamiliar, desempleo, suicidio, consumo de alcohol, obesidad, una elevada tasa de divorcios y casi el 30% de su población está en pobreza alimentaria. Cito los números;   
Sonora tiene el 3er lugar nacional en violencia intrafamiliar. Según la titular de la Dirección General para la Mujer, Clementina Elías Córdoba, el 53.6% de mujeres sonorenses sufren de algún tipo de violencia; psicológica, física ò sexual. El índice de divorcios aumento en un 50%, estando está por encima de la media nacional.
Sonora tiene el 6to lugar en suicidios, con una tasa de 6 a 7.1 suicidios por cada 100 mil habitantes, focalizado entre jóvenes adolescentes, campesinos, ganaderos, pescadores, obreros y empleados administrativos de bajo nivel.
Sonora tiene una de las tasas más altas de desempleo a nivel nacional, 5.7%. Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), 20 mil jóvenes sonorenses no estudian, ni trabajan, pero irónicamente, más de 80 mil menores y niños trabajan, esto es ilegal, aleja a los menores de la educación.
Aunque Sonora no es catalogado como un estado “pobre”, registra 722 mil casos de pobreza alimentaria, casi el 30% de su población. Etchojoa es una de las poblaciones más pobres del país. En contraste, el IMSS coloca a Sonora como el 1er lugar en obesidad adulta e infantil, de seguir así, para el 2024 el 80% de los sonorenses será obeso. Siendo hoy, la principal causa de muerte los males cardiovasculares.
En cuestión de adicciones, somos de las entidades donde más consume alcohol, 450 mil personas tienen adicciones a drogas ilegales y 150 mil tienen problemas con el alcohol, siendo la edad de inicio, los 15 años. Según el Psicólogo Pedro Tonella Trelles coordinador de programas contra las adicciones, la legalización de la mariguana no es viable por motivos financieros, en lo local, el sistema público de salud colapsaría al no poder otorgar servicios médicos para adicciones, si se cataloga el consumo de drogas como una enfermedad.
Las cifras no son nada alentadoras para las familias sonorenses. Existen adversidades al exterior de las familias, pero hay mucho trabajo por hacer dentro del núcleo familiar.
Hoy más que nunca es necesario mirar hacia la espiritualidad, participar en algún apostolado, ir modificando nuestros patrones y conductas. No somos culpables por la crisis laboral. Pero, no podemos dejarnos vencer por el vicio, la violencia, el divorcio y la depresión que lleva al suicidio. Debemos tener fe, compartir la esperanza y la paciencia con los débiles, no juzgar con duro juicio. Romper la inercia dañina en la que está envuelta Sonora. Volver a la vida sobria, prudente. Confiar en que podemos ser la diferencia. Predicar con el ejemplo en nuestros hogares, con amigos y vecinos. Saber dar consejo con afecto y saber recibirlo. Que Dios nos ayude a componer esto.