domingo, 7 de noviembre de 2010

Dios se hizo semejante a los hombres para siempre


En una ocasión estaba reflexionado sobre el matrimonio. Desde mi niñez mis padres velaron y apoyaron por mi educación: pre primaria, primaria, secundaria, preparatoria, universidad, la mayor parte de mi vida me la he pasado estudiando. Al terminar la universidad pensé: ¡Por fin se acabaron para siempre las clases!. Como profesionista recién egresado, me esforcé por trabajar, estructurar un plan de ahorro, e incrementar los conocimientos en mi profesión para poder acceder a mejores oportunidades, todo este esfuerzo debía ser para algo, para alguien, pues desde mi niñez fui enrolado en esta larga travesía de preparación y previsión para “tener algo que ofrecer”. Siendo ya un adulto y viendo mis logros, errores y planes futuros, pensaba: “Todos mis logros y todo lo que tengo sea en el presente o futuro será ofrecido a la mujer que quiera compartir su vida conmigo en Matrimonio. Debo ser sabio, pues seria una lástima que la mujer con quien decida hacer mi vida venga a terminar destruyéndola, ojala me sepan valorar y yo sepa valorarla correctamente. Si en mi matrimonio viene la carencia que mi mujer no me abandone, si viene la prosperidad que no se confíe, si viene la tentación que huya y que no la alimente. En pocas palabras que seamos la compañía mutua y fiel”. ¡Cuantas cosas me pasan por la cabeza!, pero la verdad es que me siento tan bien y tan agradecido, que espero que el Matrimonio sea para vivir mejor y no para vivir peor, pues si es para vivir peor mejor me quedo como estoy.

¿Y todo esto que tiene que ver con Dios?. Creo que Dios es mas inteligente que todos los inteligentes de este mundo, creo que Dios conoce mas sobre la historia que cualquier historiador y aun así creo que Dios conoce mas sobre el futuro que cualquiera que pretenda descifrarlo por cualquier método. Y si para un hombre mortal como yo le es tan complicado encontrar una mujer con la cual comparta su vida y ser una sola carne por aquello que fue dicho: “Por esta causa dejara el hombre a su Padre y Madre para unirse a una Mujer y los dos serán una sola Carne”. También en el sentido religioso debemos entender que el Verbo de Dios se encarnó de María y se unió al genero humano para siempre, dado que el Verbo que no tenía cuerpo físico al nacer de María la Virgen fue visto en el mundo como un hombre, murió y resucitó no como Verbo sino como un hombre, y una vez muerto y resucitado no puede morir jamás y de esta forma Dios se ha unido al genero humano para siempre. Sobre Cristo resucitado podemos leer: “Miren mis manos y mis pies: soy yo. Tóquenme y fíjense bien que un espíritu no tiene carne ni huesos como ustedes ven que yo tengo” (Lucas 24:39).

En el matrimonio dos se unen por amor pues desean hacer una vida juntos hasta que la muerte los separe. Apreciemos como Dios ha deseado unirse para siempre con el genero humano, compartiendo todas sus riquezas y sus triunfos, invitándonos a una unidad que no terminara nunca dado que Cristo es Dios y hombre que vive para siempre, y que no escatimo repartir su Gracia a pesar de nuestros errores e ignorancia, pues El no es un ser que se haya unido al genero humano por conveniencia buscando la felicidad como lo hacen los novios en la tierra, sino que Dios en su Caridad ha mirado la pobreza espiritual de nuestra especie y se ha compadecido haciéndose semejante a los hombres, para que todos los hombres se hagan a semejanza de Cristo y así obtengan las riquezas de su Espíritu.

Dios se hizo semejante a los hombres para siempre.