domingo, 25 de octubre de 2009

El verde es vida

Había un hombre que vivía sembrando arboles en medio del desierto, todos se preguntaban: ¿Por qué este loco siembra arboles donde no hay nada?, el hombre contesta: “Es que quiero llenar de sombra toda esta la tierra, para que otros disfruten de los favores que darán estas plantas cuando yo muera”.

En lo poco que he estudiado el tema de la forestación en Hermosillo encuentro dos problemas principales: el primero el aumento de temperatura y el segundo la contaminación en el aire.

Para el primer renglón puedo decir que según el Ing. Jesús M. Sortillón Valenzuela, investigador del Departamento de Ingeniería Civil y Minas de la Universidad de Sonora, el aumento de temperatura en los últimos años en Hermosillo es alármate: “En junio de 1945 las temperaturas máximas eran de 30 a 35 grados, ahora son de 45; la media en verano ha sido de 43 grados en los últimos 10 años”, el clima ha ido cambiando al crecer la población, la urbanización y al dejar rezagada la forestación, considerando también los cambios a la estructura atmosférica que es un elemento que influye en la constitución del clima.

Para el segundo, respecto a los estudios de calidad del aire, el académico del Departamento de Ingeniería Química y Metalurgia de la Universidad de Sonora, Jaime Varela Salazar, establece que el principal factor de contaminación se debe a los más de 240 mil automóviles que circulan y generan óxido de nitrógeno y monóxido de carbono sumamente tóxico al norte, centro y sur de Hermosillo, sumando también las dos plantas termoeléctricas con las que cuenta ciudad. La doctora en Geoquímica Diana Meza Figueroa de la Universidad de Sonora argumenta que no se cuenta con una calidad de aire segura, pues en algunas zonas de la ciudad especialmente, las colonias que colindan con el parque Industrial como Cuauhtémoc, Nuevo Hermosillo y Altares, se han detectado elevados niveles de Cadmio, un metal que es considerado carcinogénico, superando en estas partes de Hermosillo al Distrito Federal, Londres ó Turquía (8 de cada 10 atenciones médicas en clínicas municipales son por infecciones respiratorias).

Para terminar, La Organización Mundial de la Salud establece un mínimo de 10 m2 de área verde por habitante y en Hermosillo apenas nos acercamos a los 5 m2 es decir 350 hectáreas, cuando debíamos tener al menos 700 hectáreas, considerando una población de 750 mil habitantes, lo que representa un faltante del 50%. Hoy el municipio de Hermosillo atiende alrededor de 627 áreas verdes que comprenden 469 plazas y parques así como 99 bulevares y también 59 plazas rurales, la problemática en este renglón específico consiste en la insuficiencia de recursos, tanto humanos como materiales y de equipo para poder tener un servicio más constante y de mayor calidad y presencia (sin la acción ciudadana será imposible).

Los arboles añaden atributos a la ciudad, dan sombra que mitiga la temperatura y purifica y filtra el aire. Dicen que “el verde es vida” y la vida la da Dios, ¡hay que sembrar!.