domingo, 15 de febrero de 2009

El traje nuevo del emperador

Recuerdo en mis días de preparatoria conocí a un muchacho que compro una guitarra eléctrica Ibáñez serie Stevie Vai hecha en América, la guitarra es de colección y Stevie Vai es un virtuoso del mundo del rock, el costo del instrumento es elevado (más de $1,200 dlls) su dueño veía con tal admiración su logro como un trofeo, en lo personal cuando la vi me sorprendí y quise tocarla, al sentir mis dedos sobre las cuerdas y pasear mis manos sobre los trastes, recordé mi guitarra roja “de uso rudo” que había comprado usada a un precio muchísimo menor y pensé; “Si, esta es la guitarra que usa Stevie Vai y aun así mis dedos no sienten gran diferencia”.

Esta anécdota puede trasladarse a cualquier objeto ó servicio; “ropa, reloj, auto, casa, computadora, celular, television, etc”. Es una lástima como el consumismo y la guerra entre marcas este enajenando a muchas personas, esto me parece un proceso casi hipnótico y de pobreza mental. Muchas compañías tienen productos “de lujo” que están diseñados para pocos, y parten de que el consumidor pagara mas por este servicio ó producto simplemente por demostrar a los demás que tiene acceso a algo exclusivo, que no podrá ser consumido por cualquiera, percibiendo en esto “distinción”, así sean cigarros, leche, zapatos, incluso “agua purificada”.

Warren Buffetf considerado el mejor inversionista de todos los tiempos (el tercer hombre más rico del mundo), recomienda para las finanzas personales; “El no dejarse arrastrar por las modas y el saber decir NO”, Así también Carlos Slim recomienda como uno de sus principios “El mantener la austeridad aunque los tiempos sean prósperos, así en tiempos de crisis los ajustes serán menos severos”.

Todos debemos consumir y no es que estemos en contra del consumo, sino en la frivolidad del consumo, en el reconocimiento social por usar dicho producto ó marca, en la fantasía generada por la publicidad, el elitismo y satisfacción por el consumo, el engaño de pagar más para adjudicarse una superioridad ante los demás.

Cuando veo los productos ó servicios llamados V.I.P. (“Very important people” ó traducido al español; “para gente muy importante”) no puedo evitar hacer la comparación con el cuento “el traje nuevo del emperador” de Hans Christian Andersen. La historia cuenta como un estafador engaña a un Rey argumentando poder fabricar la tela más suave y fina, que tiene la cualidad de ser invisible para cualquier estúpido. El Rey compra un traje confeccionado con esta tela y sale desnudo a la calle pensando ser el dueño de esa prenda exclusiva.

No hay que dejarse arrastrar por las modas, hay que aprender a decir no y vivir de forma sobria y austera.