domingo, 11 de enero de 2009

Reflexión sobre el ateismo.

Recuerdo en una ocasión andando por el centro de esta ciudad, ver un grupo de jóvenes cerca de un templete con amplificadores, bocinas, vestidos de negro con una manta que decía; “Ateo” (nombre del grupo musical), aquel cantante saludaba a su público haciendo el protocolo de su acto, entonando letras ofensivas. Lejos de lo que muchos pueden llegar a pensar, yo no me sentí ofendido, ni en mi nació el sentimiento de cólera ó de juicio condenatorio, sino todo lo contrario, mas bien vi en ellos la necesidad de sentirse amados, supongo que de esa amargura nace la inspiración para ofender a un Dios que dicen que no existe. Estos jóvenes ni siquiera saben lo que están cantando, simplemente están mal influenciados, tal vez Jesús nos veía de este modo antes de nuestra conversión.

Ateismo es negar la existencia de cualquier divinidad bajo cualquier creencia. El padre Jorge Loring dijo una vez sobre este tema que; “Ningún científico es ateo por razones científicas”, Loring en su libro “para salvarse” hace alusión a muchos científicos que dan argumentos del porque desde la ciencia el negar la existencia de Dios es algo absurdo. Pero más que querer entrar en una guerra de argumentos donde solo interviene la razón ó hacer un prosélito para ateístas, creo que para cualquier ser humano moderno, la búsqueda de Dios nacerá de una reflexión y necesidad interna, movida por una evangelización (de palabra y obra), pues también hay científicos ateos que a pesar de lo expresado por Loring, buscan soluciones infiriendo que por el hecho de dar con la respuesta negaran la existencia de Dios (esto es un error), mas bien deben reflexionar primero sobre ese animo de querer negar a Dios en todo lo que desconocen, cuando simplemente es fácil encontrar a Dios en las cosas que ya conocemos.

Creo que hay dos tipos de ateos, el primero, quien vive empecinado en querer demostrar que Dios no existe por el hecho de imponer su postura, convirtiéndose por esto en enemigo de la Fe por voluntad propia, y el segundo, quien se niega a la fe porque no encuentra ningún beneficio en la creencia (Gandhi sentía simpatía por el Cristianismo, su impedimento fue la actitud de aquellos que se decían seguidores de Jesucristo, Gandhi no fue ateo, pero tampoco le convencía una fe sin obras).

Sobre el ateismo y la moral, recuerdo también a Marcus Grodi conductor del programa Journey Home hacer una reflexión, el decía; “¿Cómo justifica un ateo su moral? ¿Qué toma de referencia para guiar su conducta?”, bajo la enseñanza de Grodi podemos valorar que el ateismo nos llevara a la descomposición humana y social, pues no hay un canon donde se defina claramente la ética, modificando la conciencia.